Amsterdam

Ámsterdam es una ciudad fascinante, y tiene algo especial que ofrecer a todo el mundo. Tiene fama de ser una ciudad de excesos, pero también irradia la belleza y el esplendor del siglo de oro neerlandés. Por encima de todo, Ámsterdam es la ciudad de la libertad. Tanto si la visitas para ver las obras de Rembrandt o Van Gogh, los cafés marrones (bruine cafes) o las coffeeshops, visitar Ámsterdam es una experiencia que no olvidarás fácilmente.

Atracciones principales

Palacio Real de Ámsterdam: Empieza el tour de la ciudad en la hermosa estación de Amsterdam Centraal, que se remonta a 1889. Una vez en la estación puedes decidir si tomar un tranvía, un barco, alquilar una bicicleta o pasear por la ciudad.

Justo enfrente está la concurrida avenida de Damrak, que te lleva hasta la plaza Dam. Allí encontrarás el Palacio Real, construido durante el siglo de oro neerlandés. Junto al Palacio Real se encuentra la iglesia de Nieuwe Kerk (iglesia nueva), construida hace aproximadamente 600 años, en la que frecuentemente hay exposiciones de arte y fotografía.
Casa de Ana Frank: Cruza unos cuantos canales para llegar a la casa de Ana Frank, lugar donde se escribió el diario más famoso del mundo. Hoy en día funciona como museo y atrae a más de un millón de visitantes cada año. En la cercana iglesia de Westerkerk (iglesia occidental) está sepultado Rembrandt.

Ve hasta el Rozengracht (canal de la rosa) en el barrio de Jordaan. En su día fue una zona donde vivía la clase obrera y hoy es un barrio exclusivo. Pasa un tiempo descubriendo las numerosas galerías de arte y los pequeños patios conocidos como hofjes.
Plaza de los museos: Sigue el Prinsengracht (canal del príncipe) en dirección sur, pasada la plaza de Leidseplein. Esta plaza es muy animada por la noche, así que puedes pasar más tarde para tomar algo. Acércate hasta el Rijksmuseum, donde encontrarás obras maestras de Rembrandt y Vermeer.

La Museumplein (plaza del museo) se extiende por la parte trasera del Rijksmuseum. En ella encontrarás el Museo de Van Gogh, así como el Museo de Stedelijk , con arte moderno y contemporáneo. Cuando ya te hayas cansado de los museos, date un paseo tranquilamente hasta el parque cercano de Vondelpark.
De Pijp: De Pijp es un barrio bohemio que forma parte del distrito de Oud-Zuid (viejo sur). En el siempre concurrido mercado de Albert Cuyp puedes comprar especialidades neerlandesas, como queso, arenques y stroopwafels (gofres de caramelo), y también comida de Surinam, Turquía, Marruecos y las Antillas.

Si la visita al mercado te da sed, puedes sentarte a tomar algo en uno de los numerosos bares de la zona. Los entusiastas de la cerveza pueden hacer el tour de Heineken Experience en la fábrica de cerveza original de Heineken. ¡Incluye una degustación!
Hermitage Ámsterdam: Sigue el río Amstel en dirección norte para encontrar la sucursal del afamado Museo Hermitage de San Petersburgo en los Países Bajos. Curiosamente, el zar Pedro el Grande diseñó la ciudad de San Petersburgo a semejanza de Ámsterdam, tras quedar profundamente impresionado por su arquitectura y canales.

Rodea la Waterlooplein (plaza de Waterloo), donde está situado el Teatro Nacional de Ópera. Camina en dirección norte para llegar a la plaza de Nieuwmarkt (nuevo mercado). El Waag (casa de pesaje), que en el s. XV fue una de las puertas de la ciudad, domina la plaza.
De Wallen: Nieuwmarkt está ubicada junto a De Wallen, el conocido barrio rojo de Ámsterdam. Fue también el centro de la ciudad en la época medieval, por lo que intenta ver más allá del neón de sus escaparates. Sigue el canal arriba y abajo para empaparte del ambiente de esta animada zona.

Una vez que hayas terminado, pasea hasta la calle histórica de Zeedijk (dique marino). Hoy en día es la principal calle del barrio chino de Ámsterdam y está repleta de restaurantes que sirven deliciosa comida china, tailandesa y vietnamita. Sigue Zeedijk en dirección norte y llegarás de nuevo a la estación Amsterdam Centraal.

Navega por los canales

Si te agobian los turistas, date un respiro en los canales. Tendrás una perspectiva de la ciudad totalmente distinta. Por algo a los habitantes de Ámsterdam les gusta admirar las vistas desde el agua: alquila un barco y lo comprobarás de primera mano.

Come como un comerciante de especias

Los aperitivos fritos, como los bitterballen (croquetas de carne de vaca) tienden a dominar el animado paisaje nocturno de Ámsterdam. Sin embargo, también encontrarás que el pasado comerciante del país lleva a la mesa una gran variedad de sabores internacionales. Escoge un restaurante con terraza y prepárate para degustar platos dignos de la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales.

Pon rumbo norte

Si quieres ver el ambiente local de Ámsterdam, deja atrás el caos del centro de la ciudad y toma un ferry gratis en dirección norte desde la estación central de Ámsterdam hasta el barrio de NDSM-werf. Aquí encontrarás atracciones, bares y restaurantes alternativos y muy animados. Pasa por el mercadillo de IJ-Hallen para buscar tesoros escondidos entre un mar de curiosidades.

Pascale, 25 años

Ámsterdam norte es una zona muy tranquila donde puedes descansar del bullicio de los canales del centro. En el Noorderlicht cultural cafe tienes jam sessions en una terraza que da al río. También son de visita recomendada De Ceuvel, un bar autosuficiente y sostenible construido en una zona que en el pasado estaba contaminada, y Pllek, un restaurante construido con viejos contenedores de transporte.

Llegar en tren a Ámsterdam

Ámsterdam tiene excelentes accesos desde cualquier punto de los Países Bajos, con cómodos trenes que salen con frecuencia. Hay trenes internacionales que conectan la ciudad con Bruselas, París, Fráncfort, Berlín y Londres. Todos estos trenes terminan en la monumental estación de Amsterdam Centraal, en pleno centro histórico.

Encontrarás todos los trenes de ida y vuelta a Florencia en los horarios de Interrail.

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